Mientras iba a trabajar esta mañana y esperaba en un semáforo rojo giré mi cabeza para ver una excavadora deshaciendo el concreto (la calle). Estaba impresionada al ver algo tan permanente rompiéndose al instante. La máquina hizo parecer el rompimiento tan fácil, pero tú y yo sabemos que el concreto es duro, sostiene, y “permanente”. En ese momento escuché a Dios decirme “nada es permanente”. No hay nada que Él no puede arrancar de tu corazón y de tu mente. Su misericordia es nueva cada mañana y su poder es más grande que cualquier cosa que la está deteniendo para seguir adelante.  Él puede sacar cualquier pesar, angustia, dolor del pasado y hacer su corazón nuevo otra vez. Sabes, esa excavadora rompía el concreto para que pudieran establecer un nuevo camino. Dios quiere hacer lo mismo!  Deja que El rompa todo lo que es viejo, desvanecido y desgastando tu corazón.

Él tiene lo mejor para Ti.

Sus manos mantienen Tu nuevo camino.

Permítelo que trabaje en Ti y verás que las cosas comenzaran a tomar forma.

Joel 2:12-14 (NTV)

12 Por eso dice el Señor: Vuélvanse a mí ahora, mientras haya tiempo; entréguenme su corazón. Acérquense con ayuno, llanto y luto.
13 No se desgarren la ropa en su dolor sino desgarren sus corazones. Regresen al Señor su Dios,
porque él es misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable.
Está deseoso de desistir y no de castigar.
14 ¿Quién sabe? Quizá les suspenda el castigo y les envíe una bendición en vez de esta maldición.
Quizá puedan ofrendar grano y vino al Señor su Dios, como lo hacían antes.